Alabín alabán, alabín bon ban
Alabín alabán, alabín bon ban
Las expresiones populares encierran más historia de la que imaginamos. Frases, canciones o cánticos que repetimos sin pensar a menudo tienen raíces profundas que nos conectan con el pasado. Este famoso grito de ánimo o jaleo, utilizado en contextos deportivos, festivos y estudiantiles especialmente en el sur de España, es un claro ejemplo de ello. ¿De dónde viene esta expresión? ¿Qué nos dice sobre la historia y la cultura?
Parece ser un cantico que no significa nada y simplemente tiene ritmillo y rima, pero proviene del árabe alla'ibín áyya ba'ád alla'ib bón bád y tiene un significado concreto "jugadores, venga ya, el juego va bien". Ese mismo origen tienen multitud de palabras y expresiones que usamos a diario: los arabismos.
Estamos ante un caso fascinante de supervivencia lingüística. Una huella del pasado islámico de la península que, siglos después, ha perdido parte de su significado original pero se mantiene como parte del folclore popular.
Este fenómeno no es aislado: muchas expresiones que hoy forman parte de la cultura popular tienen raíces en tiempos remotos, aunque su significado original haya cambiado o incluso desaparecido. Esto nos demuestra que la historia no solo se encuentra en los libros o en los monumentos, sino también en la lengua viva y en las costumbres cotidianas.
Cada vez que coreamos “¡Alabín alabán, alabín bon ban!”, estamos, sin saberlo, replicando un eco del pasado. Tal vez ya no pensemos en su significado original, pero a partir de ahora puede recordarnos que la historia no solo se preserva en documentos antiguos, sino también en la memoria colectiva. Y, aunque muchas veces no seamos conscientes, llevamos con nosotros fragmentos de otras épocas en las palabras que usamos y en las tradiciones que repetimos.
Elena Martín Poza
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