Álex González: Condena de Ser
Condena de Ser
Tengo la carga y tengo la culpa.
Soy el responsable y soy el cambio.
Soy la lucha y tengo la ansia.
¡Qué poderoso soy!
Yo sostengo el poder.
Yo soy la razón.
Por mis manos se escurren las riendas,
esas a las que nací atado.
Sin antes ser, se dijo que yo sería.
Antes de ser, yo ya tenía.
Sin saber, todos lo sabían.
Sin pensarlo, todos lo hacían.
Toda la confianza volcada en mí;
¡Qué privilegio! o ¡Qué castigo!
Ni A, ni B.
¡Qué engaño! y ¡Qué mentira!
Por creer, yo lavo sus manos.
Por luchar, yo acomodo sus despachos.
Por gritar, distraigo al cambio.
Por sufrir, atraigo la culpa.
Mientras chillo para que me escuchen, me convierto en cómplice de su escondite.
Sin darme cuenta, soy su fin; la revuelta y el caos (que atraen la atención).
Sin enterarme, nací con la soga al cuello, atado de pies y manos y;
condenado a perder.
Si alzo el puño, soy histérico.
Si sufro, todo es cuento.
Si hablo de injusticia, tengo el seso lavado.
Si me hago ver, la prensa me tapa. El bulo se extiende y el tiempo: pasa.
Si me callo, nada pasa.
Si no hablo, todo sigue.
Si no hago, nada cambia.
Si lo hago, todo empeora.
Ya no creo.
Yo no soy.
Me disfrazan de futuro y de progreso.
Soy víctima de su pasado y su presente.
Juzgan a los míos por lo que hoy es el mundo.
¿Quién les explica que somos las víctimas?
Todos se quejan por tener que vivirlo,
sin entender que a nosotros se nos responsabiliza de tener que cambiarlo.
Álex González Pose
Más allá de si mi texto cumple con las reglas métricas o las convenciones poéticas y dejando de lado la calidad y la belleza del mismo, ya que no es por lo que destaca ni por lo que pretende destacar, el propósito de este "poema" es reflejar una profunda reflexión sobre la carga de la responsabilidad social y del peso de las expectativas impuestas por el entorno. Es un texto que intenta cargarse de lucha interna, donde se aborda la sensación de impotencia ante el sistema, el ciclo interminable de expectativas que constriñen la identidad y la acción, y el dilema de actuar o resignarse.
Cada estrofa pretende transmitir la frustración de estar atrapado entre cumplir con las exigencias o enfrentarse a las críticas, y el constante cuestionamiento sobre el sentido de la lucha y el cambio. Los versos juegan con la ironía del poder aparente, que en realidad es una atadura disfrazada de privilegio.
Además, se evidencia el sufrimiento de ser visto como responsable del futuro, sin poder escapar de las cadenas que el pasado y el presente imponen. El agotamiento emocional y la desconexión con las propias creencias, el desgaste de la fe en el cambio, y la constante contradicción de ser parte del sistema que se quiere derrocar, son los temas principales desde donde se quiere abordar la crítica.
Es una reflexión sobre la culpa colectiva e individual, la opresión silenciosa que pesa sobre los que luchan por un cambio real, y la trampa de ser utilizado como herramienta por quienes perpetúan el mismo sistema que se intenta derribar.
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